miércoles, 26 de julio de 2017

Yo te vi pasar.

Yo te vi pasar y me miraste.
Fueron los segundo más bonitos
que viví después de yo olvidarte,
aunque comprendí que no te olvido.

Yo te vi pasar pasado el tiempo,
mira la de veces que ensayé.
Yo tenía pensado saludarte
y no me atreví, ¿sabes por qué?

Porque el aire temblaba, me daba miedo.
Pude respirarte aun estando lejos:
una guerra abierta en el corazón.
Llena de silencio, gritaba el recuerdo,
llorando los dos.

Y no me arrepiento si te amé,
la verdad no se puede esconder,
si late en mi pecho yo me siento afortunado
Yo me volvería a equivocar
si en una sonrisa tú me das
los besos, las noches y las caricias
que yo he soñado.

Yo no lo sabía
quizás de quien me olvidé fue de mí.
Lo que yo pude sentir
en la calle, de los nervios,
te apoderaste de mí.

Así que si estás mirándome
esta noche escucha atenta:
todo lo que no te dije aquella tarde
de sorpresa,
que te quiero para siempre,
separados pero igual.
En mis ojos la verdad
y en los tuyos el motivo,
el motivo de esta letra.

MANUEL CARRASCO

sábado, 21 de enero de 2017

Mi musculito que hace pum;pum

No sabes cuánto echo de menos a esa amiga. No a la persona que me mira con rencor y frialdad ahora. Aunque tengas la misma cara y los mismos 158 centímetros, no eres la misma, tía. Lo más probable es que tú seas feliz y no eches de menos a la María que no levantaba la ceja, que tenía una sonrisa dulce y no iba de cuqui por la vida, porque lo era. Y yo era la femme fatal, aunque las dos sepamos que en el fondo yo era la más "fresa", como dicen en México, y tú fueras más pasional y tu moral más distraída.
Me encantaría poder contarte todo lo que me está pasando, que es tan bonito y tan diferente. No sabes cómo echo de menos a mi amiga. A mi AMIGA. Joder. Lo peor es que tengo la certeza de que no te voy a recuperar nunca. Hemos cambiado tanto, somos tan incompatibles que me da miedo mirar atrás.

Me gusta pensar que tú también me echas de menos, no sé si por mi ego o porque necesito sentirme correspondida en el sufrimiento. Ojalá pudiera clavarme la pluma en el corazón y expresarme igual que tú lo haces. Hablando de escribir... ya ni siquiera te entiendo cuando escribes, y no sabes cómo me duele. Y siguiendo con el tema, como dice mi Frida: ojalá pudieras mirarte con mis ojos, así podrías verte como te veo yo.